el edificio histórico y su decoración clásica, la tranquilidad del lugar y el desayuno variado y delicioso. Además, la amabilidad de la dirección al ofrecernos la sala de juegos por la noche.

Faltaba algo en la habitación.

La ubicación de este B&B es hermosa, rodeada de un viñedo espectacular y en un entorno tranquilo. Las habitaciones son grandes, con suelos de parquet y algunas tienen una decoración elegante y sobria. El personal es amable y atento, y el desayuno es completo, con buenos productos como café sabroso y variedad de dulces.

Algunas habitaciones tienen camas ruidosas y poco cómodas, lo que puede dificultar el descanso de los huéspedes.

Un lugar perfecto para relajarse y cargar pilas, con un entorno magnífico y precioso. El personal es amable y familiar. El desayuno es increíble, muy completo y con diferentes opciones. El hotel es precioso y está bien cuidado, con una decoración de buen gusto. Nos sentimos bien recibidos y como en casa. Sin duda repetiríamos.

Por supuesto que lo recomiendo.

Me encantó pasar un fin de semana en un lugar con encanto especial. Lo que más me gustó fue poder disfrutar de una finca tradicional portuguesa y de una de las bodegas más representativas de la zona. Además, me pareció genial que el número de habitaciones fuera limitado, lo que hizo que la experiencia fuera más familiar y exclusiva. Otra cosa que me encantó fue tener un jardín privado y los viñedos rodeando toda la finca. La profesionalidad y calidad en las habitaciones también fue destacable, con amplios salones al estilo Pousada que permitían disfrutar del entorno de manera especial. Por último, el desayuno fue algo muy especial y superó mis expectativas en una finca de estas características.

La tranquilidad y belleza del entorno rodeado de viñedos. El personal es amable y atento. Las habitaciones son confortables y limpias. El desayuno es excepcional, con una gran variedad y calidad de productos.

Es difícil mencionar algo negativo.

Nos encantó nuestra estancia en este precioso hotel. El edificio histórico y su decoración clásica nos transportaron a otra época. Disfrutamos del silencio y la tranquilidad tanto en el hotel como en nuestras habitaciones. Además, nos encantó lo cerca que estaba de Monçao y del Palacio da Brejoeira. El desayuno era fabuloso, con una gran variedad de frutas, yogures, huevos, bacon, bollos y panecillos. También agradecemos a la dirección por permitirnos utilizar la sala de juegos para pasar las noches y disfrutar de momentos de tertulia.

Nos encantó todo, no tenemos nada negativo que mencionar. Todo estuvo perfecto durante nuestra estancia en este encantador hotel.

Un lugar excepcional rodeado de naturaleza y tranquilidad. Las habitaciones eran amplias y las toallas del baño de buena calidad. Además, el desayuno ofrecía una variedad de productos de alta calidad y grandes porciones. La ubicación del hotel era perfecta para explorar el norte de Portugal y las Rías Bajas de España. También nos encantó el trato amable y acogedor del personal, que siempre estuvo pendiente de que nos sintiéramos a gusto.

Una de las cosas que no nos gustó fue que el hotel no ofrecía servicio de cena, lo que resultaba incómodo al estar un poco retirado del pueblo y tener que buscar un lugar para cenar al atardecer. Además, encontrar el hotel resultó un poco complicado, ya que las indicaciones no eran muy claras y tuvimos dificultades para encontrarlo.

El hotel está rodeado de un entorno tranquilo y hermoso, ideal para desconectar de la rutina. Las habitaciones son amplias y luminosas, con una decoración encantadora. El personal es amable y atento, y el desayuno es delicioso y variado. Además, el hotel cuenta con una bodega propia donde se elabora un vino Alvarinho excepcional, que te obsequian durante tu estancia.

El hotel podría mejorar la señalización de su ubicación, ya que puede resultar complicado encontrarlo.

Habitaciones amplias y cómodas, baño espacioso, desayuno delicioso. Cerca del balneario y rodeado de viñedos. Personal amable y atento.